Aquí estoy
Sabes, a veces siento pequeñas punzaditas en el corazón al darme cuenta de que ya eres una adolescente. Me invade una mezcla de felicidad y nostalgia, como si el tiempo hubiera pasado volando y aquella niñita curiosa y llena de magia ahora estuviera transitando esta etapa que tanto transforma. Quizás, por ser adolescente, pienses que escribirte cartas es algo cursi o fuera de lugar, pero aquí estoy, decidida a hacerlo, como una manera de decirte que siempre estaré aquí para ti, a tu lado, cuando me necesites.
Este es el inicio de algo que quiero que sientas como un espacio nuestro, un lugar seguro donde puedas encontrar mis palabras siempre que las necesites. Tal vez, ahora no te interese o no le encuentres sentido, y está bien. Cada cosa llega en su momento, y quizás algún día estas cartas resuenen en tu corazón de una forma que aún no imaginas.
Recuerdo cada momento que pasé viéndote crecer, tus preguntas llenas de curiosidad, tus risas y esa alegría tan tuya que llenaba cada rincón. Ahora, veo cómo comienzas a construir tu propio mundo, con tus ideas, tus amistades y tu personalidad que florece cada día. Eres inteligente, libre y fuerte, y siento un inmenso orgullo por la persona que eres y por esa voluntad tuya que te hace seguir adelante con tus sueños.
Quiero que sepas que, aunque no soy la mamá perfecta ni tengo el camino perfecto, estoy aquí para acompañarte y apoyarte. No siempre seré tu amiga en este camino; muchas veces seré mamá, y eso a veces implica ser firme, poner límites y decir las cosas como son, aunque no te gusten. Pero, créeme, cada palabra está guiada por el amor más sincero que tengo por ti y por el deseo de verte crecer segura, feliz y en libertad de ser tú misma.
Escribir estas cartas es algo que nace de lo más profundo de mi corazón. Aquí quiero contarte cosas que quizás no siempre puedo decir en persona, ya sea porque el tiempo no me lo permite o porque no encuentro el momento adecuado. A través de estas cartas, quiero que encuentres en mí a una mamá que no solo te escucha y te acompaña, sino que te ve tal y como eres, con todos tus colores, tus luces y tus sombras.
Aquí encontrarás recuerdos de tu infancia, momentos especiales, e incluso algunos que fueron difíciles, pero todos ellos forman parte de una historia poderosa que es tuya. Porque tu historia, hija, es única y hermosa, y quiero ayudarte a resignificarla para que siempre veas lo valiosa que eres.
Estas cartas están aquí para ti. Puedes guardarlas, leerlas cuando lo necesites, o incluso ignorarlas si no te llaman la atención ahora. Lo único que importa es que sepas que las escribo desde mi amor, desde lo que soy y desde lo que tengo para ofrecerte.
Confío en ti, en tu capacidad para enfrentar cada desafío que llegue y en esa luz que llevas dentro, que no deja de crecer. Sé que la adolescencia puede ser complicada, llena de altibajos, de cambios y decisiones difíciles, pero estoy aquí, y quiero que sepas que puedes confiar en mí. Estaré aquí para escucharte, apoyarte, celebrar tus logros y ayudarte a construir los sueños que quieras alcanzar.